Una entrevista de tensión, también conocida como entrevista de estrés o entrevista de presión, es una técnica de selección de personal utilizada para evaluar cómo un candidato maneja situaciones estresantes, presión y conflictos. Este tipo de entrevista es particularmente útil para roles que requieren alta resistencia al estrés, habilidades para tomar decisiones rápidas y eficacia en situaciones de alta presión, como puestos de ventas, atención al cliente, roles de liderazgo o entornos de trabajo dinámicos.
Características de una entrevista de tensión:
1. Simulación de estrés: El entrevistador crea intencionalmente un ambiente de estrés para observar la reacción del candidato.
2. Preguntas desafiantes: Se utilizan preguntas difíciles, situaciones hipotéticas estresantes y, a veces, comportamientos deliberadamente provocadores por parte del entrevistador.
3. Observación del comportamiento: La atención se centra en cómo el candidato maneja la presión, su capacidad para mantener la calma, su habilidad para pensar con claridad y su respuesta emocional.
4. Evaluación integral: No solo se evalúan las respuestas, sino también el lenguaje corporal, el tono de voz y la actitud general del candidato bajo presión.
Métodos utilizados en una entrevista de tensión:
1. Preguntas difíciles o inesperadas: Se plantean preguntas que son deliberadamente complicadas o confusas para observar la reacción del candidato.
Ejemplo: "Cuéntame sobre el mayor error que has cometido en tu carrera y cómo lo manejaste."
2. Interrupciones frecuentes: El entrevistador interrumpe al candidato repetidamente o le corta la palabra para ver cómo maneja la frustración.
Ejemplo: Durante una respuesta, el entrevistador puede interrumpir y decir: "Eso no es lo que pregunté, quiero una respuesta directa."
3. Silencio prolongado: Después de una respuesta, el entrevistador puede permanecer en silencio durante un tiempo incómodamente largo, esperando que el candidato llene el silencio.
Ejemplo: Después de responder a una pregunta, el entrevistador simplemente mira al candidato sin decir nada, esperando que continúe hablando.
4. Cuestionamiento intenso: El entrevistador puede hacer varias preguntas de seguimiento rápidas, desafiando las respuestas del candidato.
Ejemplo: "¿Por qué crees que esa fue la mejor solución? ¿Qué otras opciones consideraste? ¿Por qué no elegiste otra alternativa?"
5. Comportamiento provocador: El entrevistador puede adoptar un tono crítico o escéptico para ver cómo reacciona el candidato.
Ejemplo: "No creo que esa sea una buena respuesta. ¿Tienes algo mejor que decir?"
Objetivos de una entrevista de tensión:
1. Evaluar la resistencia al estrés: Determinar cómo el candidato maneja situaciones estresantes y si puede mantener la calma y la eficacia bajo presión.
2. Observar habilidades de resolución de problemas: Verificar si el candidato puede pensar con claridad y tomar decisiones acertadas en situaciones difíciles.
3. Identificar la capacidad de manejo de conflictos: Evaluar cómo el candidato maneja conflictos y críticas, tanto constructivas como destructivas.
4. Analizar la respuesta emocional: Observar la reacción emocional del candidato ante situaciones provocadoras, incluyendo la capacidad de mantener la compostura y la profesionalidad.
Una entrevista de tensión es una herramienta eficaz para evaluar cómo los candidatos manejan la presión y el estrés, habilidades esenciales para muchos roles en el entorno laboral actual. Aunque puede ser intensa y desafiante, proporciona información valiosa sobre la capacidad del candidato para mantener la calma, pensar claramente y manejar situaciones difíciles de manera eficaz.