Una teoría relevante en el ámbito organizacional es la Teoría X y Teoría Y de Douglas McGregor. Presentada en su libro "El lado humano de las empresas" en 1960, esta teoría contrasta dos estilos de gestión radicalmente diferentes basados en supuestos opuestos sobre la naturaleza y comportamiento de los trabajadores, influyendo significativamente en las prácticas de gestión y liderazgo en las organizaciones, incluidas las empresas mexicanas.
Teoría X:
La Teoría X asume una visión pesimista de los empleados, sugiriendo que:
- Los trabajadores son inherentemente perezosos y evitarán el trabajo si pueden.
- Generalmente, las personas prefieren ser dirigidas, evitan las responsabilidades, tienen poca ambición y buscan seguridad por encima de todo.
- Debido a estas características, un enfoque de gestión autoritario es necesario para asegurar que las tareas se completen. Este enfoque enfatiza la supervisión rigurosa, el control externo y las sanciones para manejar el comportamiento de los empleados.
Teoría Y:
Por otro lado, la Teoría Y ofrece una visión más optimista y humanista, basada en supuestos como:
- El trabajo es tan natural como jugar o descansar, y las personas pueden encontrarlo fuente de satisfacción.
- Las personas ejercerán autodirección y autocontrol hacia los objetivos con los que están comprometidos.
- La dedicación al objetivo está influenciada por la recompensa asociada con su logro.
- La mayoría de las personas pueden aprender a aceptar e incluso buscar responsabilidades.
- La creatividad en la solución de problemas es ampliamente distribuida en la población y no necesariamente centralizada en la gestión.
Aplicación en empresas mexicanas:
La adopción de la Teoría Y en empresas mexicanas implica promover un ambiente de trabajo que confíe en los empleados, les otorgue mayor autonomía y fomente su participación en la toma de decisiones. Esto incluye:
- Crear un clima laboral que motive y satisfaga las necesidades intrínsecas de los trabajadores.
- Proporcionar oportunidades para el desarrollo personal y profesional.
- Fomentar el trabajo en equipo y la colaboración.
- Establecer objetivos claros y permitir que los empleados encuentren sus propias vías para alcanzarlos, promoviendo la innovación y la creatividad.
La aplicación práctica de la Teoría Y puede resultar en una fuerza laboral más motivada, comprometida y productiva. Al considerar a los empleados capaces de autogestión, con deseos de asumir responsabilidades y buscar el crecimiento personal y profesional, las empresas pueden desarrollar prácticas de liderazgo y gestión que potencien el compromiso y la eficiencia.
La elección entre adoptar un enfoque más cercano a la Teoría X o la Teoría Y dependerá de la cultura organizacional, los valores de la empresa y la naturaleza del trabajo. Sin embargo, las tendencias modernas de gestión se inclinan hacia los principios de la Teoría Y, buscando desbloquear el potencial humano en el lugar de trabajo.